Mariángel Bonilla califica de “muy bonita” la experiencia de pertenecer a la comuna. Ahí ha adquirido conocimientos y se siente dignificada como mujer.
“Las mujeres aquí trabajan igual que los hombres. Desde que llegó el Comandante las mujeres tenemos roles de liderazgo”.
–¿Quién eras antes de Chávez y de la comuna?
–Era una muchacha que me la pasaba sentada en una plazoleta. No trabajaba, no estudiaba. Con la Revolución comencé a estudiar, me gradué gracias al comandante Chávez y las misiones que propuso. De ahí me vine a trabajar como comunera. Mi primer voto fue para la Revolución.
–¿Habías terminado el bachillerato?
–Ya me había graduado, pero gracias a la Misión Sucre comencé a estudiar. Me gradué como técnico agroalimentario.
–¿Cuántas mujeres trabajan aquí?
–Somos cinco mujeres. En los Consejos Comunales las mujeres hacen vida activa. En el parlamento hay 22 mujeres.
Nosotras hacemos de todo un poquito.
Yo hago queso, natilla, hago trabajo administrativo, estoy encargada de siembra, trabajo con el ganado. No somos imprescindibles. El día que falte una, la otra puede.
–¿Eres feliz aquí?
–Sí.
–¿Qué significa sí?
–La felicidad que uno siente al ayudar al prójimo, la felicidad que se siente al aportar un granito de arena para que nuestro país salga adelante. A pesar de aquellas personas que nos quieren ver hundir, ahí vamos rodilla en tierra, como dijo el Comandante.
–¿Qué representó Chávez para ti?
–Amor, felicidad, prosperidad, tantas palabras, pero Chávez para mi fue todo.
Gracias a él estoy donde estoy y gracias a él sigo avanzando por un futuro, más allá de todo lo que queremos. |